Yo sigo en ese todo y nada que no me deja apenas dormir. Lo tengo todo, pero me siento vacía y no lo entiendo. Quizá el problema seré yo, pero vamos, ya estoy acostumbrada... Yo siempre soy el problema.
Se que a veces soy difícil de entender y tengo ideas tan disparatadas que me encerrarían en un manicomio. Incluso antes de ver mis antecedentes, fíjate. Yo siempre he sido de esas que se quejan de que la gente dice mucho te quiero, mucho te quiero, pero luego no demuestran una mierda. Y ahora justamente soy yo esa persona, la que quiere hasta no poder más y no demuestra ni lo más mínimo. Me jode porque se que es miedo, miedo a lo que me diga la otra persona, miedo a que ella se acuerde de mi nombre a duras penas, miedo de que yo sea la única pringada que eche de menos una amistad tan valiosa... Pero es que no lo entiendo, te juro que no lo entiendo y eso que yo soy también de esas personas que hasta que una cosa no la entiende y le entra en la cabeza, se queda dándole vueltas al tema. Como si todo fuera un problema de matemáticas, tanto que las odio, y tuviera una solución fija sin otras posibles. Digo que no tengo orgullo y ahora no sé si es verdad o mentira. Ella también tiene, ¿por qué tengo que tragármelo yo? Sigo sin entender nada. Y odio toda esta mierda. Las terceras personas sobran... Joder, lo que daría por poder decirle todo esto a la cara. La primera persona que conocí y me descubrió por dentro... Pues duele perderla así como así. Y encima no puedo hacer nada por recuperarla, bueno tal vez sí... pero a lo mejor ya es tarde, a lo mejor ya no quiere saber más de mi porque está harta de que le diga muchas cosas pero demuestre tan pocas, por no decir ninguna. Soy una mierda de persona, un mal ejemplo al cual no tienes que seguir, un desastre... Pero este desastre de persona te quiere. Y triste es que de tres personas que eches de menos, sólo se lo puedas demostrar a una. Es triste y duele, duele que te cagas joder. Porque yo las quiero a morir, a doler, a llorar y hasta escribirlas. Y que sepáis que escribir a alguien es hacerlo eterno y yo sólo hago eternas a las personas verdaderamente especiales para mi y que las escribo porque ya que por lo visto, por como soy, por el miedo, por el orgullo, por ser una gilipollas y por mil excusas más, no van a ser eternas en mi vida, pues que por lo menos lo sean encima del papel.
No sólo las echo de menos, también las necesito.
Y de echar de menos a necesitar hay un paso enorme.
Imagínate si depender de alguien es jodido,
como será depender de una persona, más unas cuantas más...